Ya saben que la bicicleta es mi vida, pero como bien dicen, para vivir plenamente, uno necesita más que solo ruedas 🙂
Hoy quiero contarles algo que va más allá del mundo de las bicicletas, pero que está muy alineado con lo que somos en Libertad Avenue. Se trata del decálogo de Emakumekin, una iniciativa de una asociación que tiene un lugar especial en mi corazón. Este decálogo refleja la filosofía de muchas mujeres emprendedoras que, al igual que nosotros, buscan darle un sentido profundo y colaborativo a sus proyectos.
Emakumekin es una red de mujeres empresarias en el País Vasco, la región donde vivo. Esta asociación nació hace algunos años con un propósito muy claro: crear una red de apoyo entre mujeres emprendedoras, sin importar el tamaño de sus empresas. Me parece fundamental que una empresaria no se defina por el tamaño de su negocio, sino por la pasión, el esfuerzo y la visión con la que lo lleva adelante. En Emakumekin, se considera empresaria a cualquier mujer que desarrolle una actividad por su cuenta, desde la más pequeña hasta la más grande. ¡Eso es lo que hace esta asociación tan especial!
Cada año, Emakumekin organiza un evento que se llama INNPower, un viaje de inspiración que reúne a mujeres de diferentes partes del mundo para compartir aprendizajes, experiencias y, sobre todo, posibilidades. En cada edición, se escoge una ciudad que sirve como marco para el evento, y se invita a mujeres referentes que lideran proyectos propios en esos lugares. Mujeres como las de Milán, Nueva Zelanda y otros rincones del mundo, que nos cuentan sus historias de lucha y éxito, y nos brindan una visión única desde la práctica, pero también desde el corazón.
En la última edición, que se celebró en Milán, al final del evento nos regalaron un decálogo, que se convirtió en una especie de manual o guía práctica para emprendedoras. Este decálogo no es solo una lista de consejos, sino una reflexión colectiva sobre cómo debemos abordar el emprendimiento de manera colaborativa y sostenible. Es un recordatorio de que, aunque cada una de nosotras sigue su propio camino, es fundamental apoyarnos mutuamente. Y eso, para mí, está muy alineado con los valores de Libertad Avenue: la cooperación, la comunidad y la sostenibilidad como motor de nuestros proyectos.
El decálogo nació a partir de reflexiones entre las socias de Emakumekin, quienes discutieron los temas más urgentes que debían ser abordados y los problemas más comunes a los que nos enfrentamos las emprendedoras. Durante el encierro de la pandemia en 2020, Miren Lauzurica e Izaskun Rama (actual presidenta de la asociación) fueron las encargadas de darle forma a todas esas reflexiones, transformándolas en lo que hoy conocemos como el decálogo de Emakumekin. Fue un trabajo colaborativo que unió las experiencias y los aprendizajes de todas.
Más tarde, el diseño gráfico de este decálogo fue llevado a cabo por Marina Goñi, quien logró convertirlo en una pieza visual que no solo transmite un mensaje claro y profundo, sino que también resulta estéticamente hermosa. El diseño hace que cada concepto resalte de forma clara y directa, de modo que el mensaje sea fácil de captar de un solo vistazo. Este toque visual no solo lo convierte en una excelente herramienta de inspiración, sino también en una pieza decorativa que aporta energía positiva y motivación a cualquier espacio.
Lo que más me gusta del diseño es cómo logra transformar un contenido tan profundo en algo accesible y visualmente atractivo. Los conceptos más importantes están organizados de manera que los puedes entender de inmediato. No hay que leer entre líneas ni perderse en largas explicaciones; solo basta con mirarlo y sentir su poder. El decálogo se convierte en un recordatorio constante de lo que significa emprender con propósito, empatía y colaboración.
Este decálogo lo tengo expuesto en nuestro showroom, porque creo que es mucho más que un simple cartel. Es un símbolo de lo que defendemos aquí en Libertad Avenue: el poder de las mujeres emprendedoras, el valor de la colaboración y la importancia de crear algo que sea sostenible tanto para el negocio como para la comunidad. Si están cerca, ¡no duden en pasarse a verlo en persona y dejarse inspirar!
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